23.9.11

Cartas para nadie IX

Universo.
(Del lat. universus).

1. adj. universal.
2. m. mundo (‖ conjunto de todas las cosas creadas).
3. m. Conjunto de individuos o elementos cualesquiera en los cuales se consideran una o más características que se someten a estudio estadístico.

Te escribo otra carta, tal vez sea la carta número mil que nunca llega a su destino. Empiezo a escribirla como si fuera una tormenta eléctrica, pero a medida que la tinta se desangra menguan mis fuerzas, hasta el punto de tan siquiera poder meterla en el sobre, escribir tu dirección, pegar el sello. Es difícil, tan difícil como un puzle de infinitas piezas, y pesado como un planeta cargado a la espalda. Y la estela de los cometas es como la estela de tu perfume, que sigo en sueños, que me llevan a precipicios y a extensos campos de vacío y daño, campos de minas y bosques de sauces mudos. Y me pierdo y me alarmo cuando las nubes tapan momentáneamente el sol, y me falta el oxigeno, y el tiempo para casi todo, salvo para malgastar. Y la música nunca suena como quiero, y mis huesos se quejan y mi piel se seca y se convierte en escamas. Y entre mis sabanas busco tus huellas dactilares pero caigo en madrigueras y en agujeros negros, y aparezco doce horas más tarde en cualquier sitio, mientras la lluvia ácida me consume, y los paraguas tienen cuello y cabeza de flamencos negros, y me miran y me sonríen. Me quedo parado hasta deshacerme del todo, hasta que mis pensamientos se disuelven y no queda ni paciencia, ni dolor, ni amor, ni rabia, ni sueños, ni deseo, ni lágrimas, ni calambres, solo tú, doy vueltas de campana por el desagüe hasta acabar con el paladar roto de esperar que aparezcas descalza. Y si pestañeo crecen en el techo todo tipo de flores e icebergs que tardan en desintegrarse lo que tardo en abrir los ojos de nuevo. Luego, sin motivo me echo a temblar y estallo en serpentinas y en papeles de colores que llevan tu nombre escrito.

A veces amanezco en mitad del océano, otras en mitad del universo. Y siempre eres tú. Tú eres el universo. Tú moldeando mi destino, sumergiéndome en distancia y en quebraderos de cabeza. Años luz y fuego, tinta y espirales marcadas a fuego que dibujan mi nostalgia. Buceo entre los rayos de sol que te rozan al pasar y naufrago, me aisló en tus pupilas y no despego hasta que atardece, prometo volver si el temporal amaina pero entonces tú ya me despistas y te escapas. Vuelvo a introducirme por cualquier grieta y vuelo en círculos al acecho de mis propios restos. Vuelvo a diluirme en tinta y caigo en este papel amarillento y doblado, que no tiene ni fecha ni destino, vuelvo a describirte, vuelvo a maldecir, vuelvo a olvidarme de que existe la galaxia. Pero tú sigues siendo el universo, rodeándome, quitándome las fuerzas, convirtiéndome más y más en satélite de hielo y polvo.